Ventajas del storytelling o por qué tu madre te contaba la historia del coco
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Ventajas del storytelling o por qué tu madre te contaba la historia del coco

Las ventajas del storytelling ya las conocía tu madre cuando te contaba la historia del coco para que te durmieras, pero ¿te has preguntado alguna vez por qué tus padres te metían miedo con esa historia en lugar de decir «duérmete ya»?

 

Hoy te invito a viajar por las historias para entender por qué le gustan tanto a nuestro cerebro y por qué deberías empezar a usarlas en tu comunicación.

 

 

ventajas del storytelling

 

 

Érase una vez, hace mucho, mucho tiempo …

 

La narración de historias es tan vieja como el propio mundo y ha ido evolucionando a la vez que el ser humano a lo largo de los años.

 

Nuestros primeros antepasados se reunían alrededor de la hoguera para aprender de las historias que les ayudaban a sobrevivir en un entorno muy hostil. Si alguien sabía cómo cazar un mamut, esa era un relato que todos necesitaban escuchar.

 

 

Las primeras civilizaciones usaban la mitología para explicar aquellos fenómenos de la naturaleza y del propio hombre que no comprendían. Así, inventaron dioses como Zeus, dios del trueno en la mitología griega o Adán, el primer hombre según el libro del Génesis de la Biblia.

Para ellos estas historias y personajes ponían orden en el caos de un universo que no comprendían. Con la revolución científica estos relatos mitológicos han dejado de tener sentido para explicar el funcionamiento del cosmos, pero nos han dejado algo muy importante: los arquetipos

 

En la era medieval componían canciones juglares con las gestas de los caballeros en las batallas para generar sentimiento de orgullo hacia sus naciones.

Son muy curiosas las semejanzas que existen entre las narraciones de culturas que nunca tuvieron contacto entre sí y que incluso ¡entre ellas distan miles de años!. El mitólogo Joseph Campbell ya habló de ello en su conocido libro El héroe de las mil caras donde explica el viaje del héroe en las distintas civilizaciones.

 

Como se puede ver, las historias son un vehículo muy eficaz de comunicación. La prueba es que se llevan utilizando desde siempre y aún hoy siguen siendo una técnica muy potente pero…

en la era digital, dónde para saber hacer algo miras en Google, para resolver algo miras en Google y para saber las noticias ¿adivina? miras Google…¿por qué contar historias?

¿Por qué darle un formato historia a un mensaje? 

 

 

Ventajas del storytelling

Las historias poseen varias características que las hacen atractivas para nuestras neuronas (esas mariposas del alma, que diría Cajal) y eso las convierte en excelentes vehículos para hacer llegar nuestros mensajes.

Vamos a ver esas características:

 

01. Captan nuestra atención

 

Ante la cascada de estímulos que llegan a nuestros sentidos de forma constante nuestro cerebro busca patrones: información ya estructurada y ordenada más fácil de digerir.

Esto supone que frente a un montón de datos o conceptos, las historias destacarán del resto.

Las historias hacen simple lo complejo y atrapan nuestra atención.

 

02. Se recuerdan

 

El hecho de que las historias sean unidades de información estructurada y reconocible junto con su capacidad de emocionarnos -que veremos a continuación- hace que se queden en nuestra memoria fácilmente.

 

La gente olvidará lo que dijiste, la gente olvidará lo que hiciste, pero la gente nunca olvidará cómo le hiciste sentir. Maya Angeloo

 

Al final nadie memoriza un relato, simplemente lo recordamos.

 

03. Son contagiosas

 

Cuando las personas se identifican con algo lo comparten, estamos deseando dar nuestra opinión y ver si nuestra interpretación de la historia es correcta. Por eso participamos en grupos, comentamos y al final, la historia se viraliza.

Los relatos, asímismo, nos permiten explicar a los demás quienes somos y lo que nos gusta, por eso, cuando vemos una historia que coincide con nuestra forma de ver el mundo, la compartimos.

 

04. Toda acción nace de una emoción

 

La información que apela a las emociones va directamente a nuestra amígdala cerebral, la parte de nuestro cerebro primitivo que contiene la información genética más antigua. Ese área, desde que teníamos que decidir sí correr o quedarse quieto delante de un Rex es a la que damos prioridad y es la que transforma la emoción en acción.

Cuando nos identificamos con el personaje principal de una historia, nos ponemos en su lugar y sentimos lo que él siente. Se llama atención proyectiva.

Después, nos preguntamos ¿qué haría yo en su lugar?, esto nos motiva a hacerlo igual que el personaje o de otra forma mejor.

Así conseguimos emocionar y así conseguimos que pase a la acción.

Por eso tu madre te contaba la historia del coco, la de que a los niños que no se duermen viene el monstruo a por ellos, porque el miedo (la emoción) te iba a hacer quedarte quieto (la acción) y quedarte dormido.

 

La palabra emoción viene del latín emotĭo cuyo verbo es emovere que significa movimiento, impulso, aquello que te mueve hacia.

 

05. Nos entretienen

 

Las historias suponen un descanso y las preferimos mil veces a un gráfico o una horrible tabla de excel. Nos distraen de aquella información más complicada y tediosa.

Un relato es un elemento con el que puedes jugar, es muy entretenido para comunicar una idea.

 

06. Las historias son didácticas

 

Las historias nos permiten representar y analizar una situación. De modo que cuando nos vemos en un contexto similar al de la historia, actuamos de acuerdo a la moraleja del relato.

Por ejemplo, cuando seas padre no sobreprotejerás a tus hijos porque ellos tienen que aprender a valerse por sí mismos y aprender de sus errores. Has visto Buscando a Nemo ¿no?

Por eso los relatos son tan buenas herramientas de persuasión

 

07. Identidad y orgullo de pertenencia

 

Como decía antes, las historias nos ayudan a construir nuestra identidad, dicen de nosotros quienes somos y qué lugar ocupamos en el mundo.

Además, cuando reconocemos ese argumento en otras personas, nos integramos en ese grupo y nos sentimos orgullosos de pertenecer a él.

 

Por qué hacer storytelling

 

Como hemos visto, las ventajas de las historias son que: captan nuestra atención, son contagiosas, se recuerdan, nos entretienen, aportan sentido de pertenencia, nos enseñan y nos emocionan ¡casi nada!

Por eso son un vehículo excelente para hacer llegar nuestros mensajes en el mundo infoxicado en el que vivimos.

Hay que tener en cuenta que no se trata sólo de la historia en sí, sino también de la forma en que la contamos, el storytelling.

 

Puede que haya otros contando lo mismo que tú, pero la forma en que narras tu historia, va a ser lo que te diferencie de los demás.

 

 

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