22 Dic Soy estudiante adulto ¿sabes qué necesito de un curso online?
Hola, soy un estudiante adulto. Todo el día voy corriendo: la vida laboral, doméstica, social y ¡hasta la vida sana! reclaman mi atención. Los pensamientos tampoco paran de bullir en mi cabeza: debería hacer, tengo que comprar, no se me puede olvidar…y en todo ese caos que es el día a día de cualquier persona tiene que encajar su educación ¿cómo podemos facilitarle el proceso de aprendizaje? vamos a verlo.
La realidad es que, a pesar de el ritmo de vida de hoy día, si quieres mantenerte actualizado y competitivo en el entorno laboral hay que seguir estudiando. Nuestra labor como diseñadores de cursos es ayudar a los estudiantes adultos a mejorar su desempeño con formaciones adaptadas a su exigente actividad diaria.
¿Cuál es el marco actual para un estudiante adulto?
Lo digital lo ha transformado todo y con la llegada de la pandemia aún más. Vivimos tiempos de cambios acelerados donde la tecnología avanza a un ritmo más rápido del que podemos asimilar.
Es como subir por una escalera donde apenas nos ha dado tiempo de descansar en un escalón cuando ya tenemos que subir al siguiente.
Por eso, para mejorar nuestra adaptabilidad en este escenario de tanta incertidumbre necesitamos seguir aprendiendo continuamente.
Es lo que ahora se denomina long life learning: seguir aprendiendo durante toda la vida para estar a la vanguardia y no a remolque de los siguientes retos que nos esperan detrás de la esquina.
El primer paso y el más importante
Es necesario, imprescindible y obligatorio para todo proceso de diseño instruccional empezar preguntándonos acerca de la audiencia del curso que estamos proyectando.
Tenemos que investigar sus rasgos, descubrir sus necesidades de formación, las causas de éstas, cuáles son sus motivaciones…en definitiva, trazar un perfil que nos guíe en los siguientes pasos.
Si bien es cierto que cada audiencia tiene sus particularidades, si tu público es adulto habrá una serie de características que tengan en común. Dichas características las ha analizado la andragogía, un campo que estudia las técnicas de enseñanza orientadas a la educación de las personas adultas, y que te presento a continuación.
Pero no sólo eso, además de explicarte la problemática del estudiante adulto, también te presento soluciones para que diseñes cursos online que les motiven y se adapten a sus necesidades.
Toma nota. Allá van.
Perfil del estudiante adulto
1. Un día tiene 24 horas
Un estudiante adulto tiene poco tiempo debido a las cargas familiares y laborales. La formación no es el aspecto principal de su vida como en los niños o los adolescentes. Hay que adaptase a su ritmo de vida y a su tiempo limitado.
SOLUCIÓN: Dividir la formación en capsulas cortas y digeribles para que pueda realizar la formación en sus ratos libres. Además, ofrecer variedad de formatos para facilitar el acceso a los contenidos: pdf, audios, videos, presentaciones… en suma, tener en cuenta sus preferencias de aprendizaje.
2. Mi motivación es mi fuerza
Como decía antes, un adulto se responsabiliza de su propio aprendizaje para mantenerse actualizado en un entorno laboral competitivo y cambiante. Sin embargo, las condiciones en las que realice la formación serán difíciles: cansancio, falta de concentración, estrés. Por eso hay que mantenerlos motivamos constantemente.
SOLUCIÓN: recordarles durante la formación en repetidas ocasiones el beneficio del curso, lo que van a poder hacer con lo que aprendan, como mejorará su currículum, etc.
3. Ya no se cómo estudiar
En la mayoría de los casos, los alumnos hace tiempo que no lleva a cabo ninguna acción formativa y eso hace que les falte el hábito de estudio. Para facilitar la tarea es muy importante que el curso este bien organizado.
SOLUCIÓN: Detallar en un plan las acciones concretas que tiene que realizar el participante calendarizadas, así como los resultados deseados en cada periodo de tiempo (es decir, cómo vamos a evaluar o medir el éxito de esas acciones).
4. Lo quiero para ya
El adulto busca la utilidad practica de la formación y quiere aplicar de forma inmediata los conocimientos del curso. Tiene prisa por aprenderlo y aplicarlo.
SOLUCIÓN: Crear formaciones que combinen aspectos prácticos y teóricos poniendo especial atención en ofrecer ejemplos y problemas de situaciones reales relacionadas con el desempeño diario del alumno.
5. Soy estudiante, pero no nuevo
El estudiante adulto cuenta con experiencias y vivencias previas de su vida laboral por lo que la relación que se establezca alumno-profesor ha de ser de igual a igual. El instructor debe ser un facilitador del aprendizaje, un acompañante de su propio proceso de exploración.
CONSEJO: Activar esos conocimientos previos para conectarlos con los nuevos aprendizajes. De igual forma, aprovechar sus experiencias previas para crear debates en grupos, poner ejemplos, etc.
6. Quiero sorprenderme
El estudiante adulto necesita involucrarse en su aprendizaje. No quiere aburrirse pasando diapositivas o vídeos. Quiere desarrollar su creatividad, descubrir ideas nuevas y abrir los ojos a nuevas formas de ver los problemas.
SOLUCIÓN: mostrar otras perspectivas, romper con sus creencias, inspirar con historias diferentes…ayúdales a desaprender. Permíteles investigar por su cuenta a través de distintas referencias: libros, artículos, vídeos, blogs, películas, etc.
7. Más acción
El estudiante adulto quiere experimentar, enfrentarse a retos y superarlos.
SOLUCIÓN: evitar los contenidos muy manidos y las actividades fáciles que no supongan ningún desafío. El aprendizaje emana de los errores cometidos en la resolución de problemas. De la reflexión posterior a la experiencia.
8. Y ¿por qué?
El estudiante adulto no acepta todo lo que le digamos sin cuestionárselo. Necesita un por qué y un para qué.
SOLUCIÓN: explicar cada paso, lo que aprenderán con cada actividad y aportar la autoridad de las referencias (estudios, autores, publicaciones…)
9. Al grano
El estudiante adulto puede entrar en internet y buscar la solución a su problema o necesidad. Sin embargo, debido a la falta de tiempo decide tomar un curso porque encontrará la información ordenada y curada, es decir, con los conocimiento más importantes y esenciales de la materia ya elegidos.
SOLUCIÓN: pon cuidado en seleccionar la información más valiosa para las necesidades del estudiante. No llenes de información tus formaciones. Estructura y entrega la información con mimo.
Conclusión
Ten siempre presente a la persona que está detrás de la pantalla haciendo tu curso. Piensa que probablemente ha tenido un mal día, que tiene muchos pendientes reclamando su atención y que necesita que vayas a lo importante.
Sé interesante, específico y empático. El estudiante adulto, más que ninguno, te lo agradecerá.