05 Feb Aprendizaje centrado en el estudiante: 10 prácticas imprescindibles
¿Aprendizaje centrado en el estudiante? Yo eso ya lo estoy haciendo … ¿seguro? vamos a repasar el significado real del concepto y vamos a llevarlo a la práctica. Dato importante: el aprendizaje centrado en el alumno vale para eLearning, adultos, niños o pavos…sólo hay que desterrar algunas creencias.
Llegas a clase. Te sientas. Viene el profesor que empieza a escribir cosas en la pizarra. Tú las copias en tu cuaderno. Suena la campana. Viene otro profesor. Se pone a leer el libro. Comenta algunas cosas. Subrayas en el libro. Suena la campana. Siguiente clase.
Así hora tras hora y un día tras otro. El día de la marmota se repite durante años: ¿resultado? memorizas para aprobar el examen y al día siguiente ¡hola! me llamo Dori. Ya no te acuerdas de nada.
¿Alguien más tiene la sensación de que no aprendió nada en la educación formal?
Este sistema en el que el profesor (o profesora) transmite sus conocimientos, y por una especie de ósmosis milagrosa, se transfieren a nuestra memoria a largo plazo ¿podemos decirlo ya? ¡No funciona!
Este modelo centrado en el profesor ha caducado.
Por suerte un nuevo paradigma se está abriendo paso y sus resultados son una nueva esperanza.
¿Qué es el aprendizaje centrado en el estudiante?
El aprendizaje centrado en el estudiante se enmarca dentro de la teoría constructivista que, como su nombre indica, se enfoca en la construcción del conocimiento en oposición a la transferencia del mismo.
Este modelo se orienta a promover la participación activa del alumno desarrollando la autonomía, la independencia y la responsabilidad del estudiante en su propio proceso de aprendizaje.
El foco pasa del profesor al alumno que deja de ser un actor secundario y se convierte en protagonista.
Así, a través de la curiosidad, el descubrimiento y la exploración el alumno no sólo logra resultados de aprendizaje más duraderos, también adquiere habilidades como aprender a aprender o la resolución de problemas.
El docente también cambia de rol: se concibe como el facilitador que orquesta experiencias de aprendizaje y orienta a los alumnos conforme las van desarrollando.
Esto no significa que el profesor lance unas pautas y se desentienda, no, esto implica que unas veces puede requerir lanzar preguntas, otra proponer casos de estudio o a también transmitir teoría a la antigua usanza. Lo importante es que fomente la implicación del alumno en la construcción de su conocimiento.
¿Cómo ponemos al estudiante en el centro del aprendizaje?
La teoría suena muy bien, pero ¿cómo bajar a tierra el aprendizaje centrado en el estudiante?
Te dejo 10 consejos que te ayudarán en el día a día de tu práctica docente:
1. Conoce a tus alumnos
Necesitamos obtener información relevante sobre ellos: sus necesidades de aprendizaje, sus objetivos, sus preferencias, su contexto…pero lo más importante es que luego lo tengamos en cuenta a la hora de decidir lo que vamos a enseñar.
2. Coherencia
Tener mucho cuidado de alinear los objetivos de aprendizaje que esperamos, las actividades que realizamos y las forma en que evaluamos esos resultados de aprendizaje.
3. Claridad
Es necesario comunicar de forma clara a los estudiantes cuáles son las metas de aprendizaje que esperamos que alcancen y cuáles serán los criterios con los que los evaluaremos.
4. Priorizar
Con frecuencia, los programas son muy extensos y el tiempo para cubrirlos muy ajustado, por ello, es importante que demos prioridad a aquellos conocimientos y habilidades que sean esenciales.
5. Ceguera de expertos
Para los que somos expertos en cierto tema muchas veces se nos olvida lo que era no saber nada acerca de él y por eso, cuando diseñamos la enseñanza, pasamos por alto aquellos conceptos que pueden presentar dificultades para los novatos.
6. El rol del docente
En el enfoque centrado en el alumno, el docente puede cambiar de rol para adecuarlo a las metas que se persigan en cada momento: unas veces transmitir información, otras asesorar a los alumnos, dirigir sus investigaciones… el profesor adecúa su función dependiendo del alumno.
7. Evaluación
Con la evaluación me refiero no a la de los alumnos, sino a la de nuestro propio método. Tenemos que abrirnos a recibir el feedback del estudiante y posteriormente reflexionar y actuar en las áreas de mejora que hayamos detectado.
8. Metodología
Existen varias metodologías que ahora mismo están muy de moda como el aprendizaje basado en proyectos o el aula invertida. Pero que esa nueva estrategia que vayas a aplicar no aparte del foco lo importante: los estudiantes no son meros recipientes de contenidos sino participantes activos.
9. Relevancia
Tenemos que acercar los contenidos al mundo del alumno, que ellos puedan ver la relevancia de lo que están estudiando, su aplicación en situaciones reales. Cambia lo abstracto y teórico por lo concreto y práctico. Aquí tienes una checklist para crear contenido eLearning perfecto
10. Abajo los egos
Para terminar, volvemos al principio: permite que lo alumnos aporten su propia opinión, que pongan ejemplos, que conecten los conocimientos con sus experiencias y las compartan. No estás en posesión del conocimiento absoluto: abre tu mente e inspira a los estudiantes para que transiten su propio camino de aprendizaje.
Sé sincero contigo mismo ¿estabas poniendo en práctica estos 10 consejos? El aprendizaje centrado en el estudiante es un cambio de paradigma que supone un gran desafío para aquellos que están acostumbrados al método tradicional.
Espero que hayas cogido apuntes y te pongas poco a poco manos a la obra.
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